“Si eliminamos el nombre de una persona de los resultados, le
estamos condenando al olvido perpetuo, y a quienes se llamen como él.” -Javier Aparicio Salom, abogado de Google España.
Al paso que va Google, pronto su departamento jurídico va a ocupar más espacio y más recursos que el de programación
o el de desarrollo de nuevas aplicaciones. Y es que a la poderosa
compañía se le acumulan pleitos y acusaciones: problemas en Estados
Unidos por digitalizar libros, en Alemania por captar datos con el coche
del Street View, y en medio mundo acusaciones por la gestión de los
datos, por falta de privacidad, por colaborar con la censura en China…
La última en España, donde varios ciudadanos y la Agencia de
Protección de Datos se enfrentan en juicio al buscador para que borre a
quienes se sienten perjudicados por airear trapos sucios del pasado. El
asunto, que no tiene fácil encaje legal (y que demuestra otra vez la
brecha entre Internet y unas leyes hechas para el mundo a este lado de
la pantalla), abre un debate interesante: el del llamado “derecho al
olvido”.
Todos lo hacemos a menudo: conocemos a un nuevo amigo, nos echamos
una novia, hacemos una entrevista de trabajo o tenemos cita con un
médico, y corremos a teclear el nombre en Google, a ver qué averiguamos.
Eso a veces nos ayuda, pero otras puede hacer daño a quienes ven algún
aspecto de su vida indexado en el buscador.
En mi familia, cuando el servicio de salud nos asignó un nuevo
pediatra sometimos al desconocido al algodón de Google, y encontramos
varios foros donde se le relacionaba con una negligencia médica.
Reconozco que ni nos molestamos en comprobar la veracidad, pues con la
salud de los hijos no se juega: solicitamos un cambio de médico, y más
tranquilos.
Y por ahí viene el riesgo del gran poder de Google, que según su
abogado sólo es un “espejo de la realidad”. Un espejo que no distingue
la verdad de la maledicencia, y eso lo mismo vale para elegir o rechazar
un hotel al que algunos internautas
consideran sucio y ruidoso mientras
otros dicen maravillas, que para poner en duda la reputación de
cualquiera. Y si ante una condena publicada en el BOE o una vieja
noticia resucitada en el buscador poco se puede hacer, no digamos ante
el rumor, que es la primera fuente de información online.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu idea para ayudarnos a salir del "gran problema".....juntos llegaremos a 1001!!!