La SGAE y otras asociaciones que defienden los
intereses de algunos creadores se apuntaron un tanto hace un par de años
con la instauración de un canon o tasa que gravaba la compra de
soportes de reproducción digital tales como los CD, DVD y MP3. Una
medida que posteriormente se extendió a los discos duros y que bajo el
pretexto de compensar a los autores por las hipotéticas copias de
seguridad privadas que se realizaran de sus trabajos terminaba por
abarcar a todos los usuarios, asumiendo en cierto modo que todos hacíamos copias privadas y “pirateábamos”.
Una medida a todas luces injusta y peligrosa por su tratamiento al respecto de los derechos de los consumidores. Pero no todo el mundo aceptó resignarse, y la empresa Padawan S.L
(dedicada a la comercialización de reproductores digitales) se negó a
pagarlo, aludiendo que los dispositivos que vende no siempre se utilizan
para realizar esas copias privadas si no que pueden usarse con otros
fines ajenos y libres del canon, como la grabación de datos privados o
empresariales.
SGAE denunció a Padawan y el juzgado de Barcelona
que acogió la denuncia, ante las numerosas vertientes del caso y la
ambigüedad de la ley, decidió consultar el caso a la justicia de la
Unión Europea, que en su legislación al respecto viene a decir que solo
puede gravarse ese canon en los casos donde el uso de los reproductores
para la copia privada esté suficientemente probado y que no puede
aplicarse de manera indiscriminada sobre todos ellos.
Mañana el tribunal de Justicia europeo dará su opinión al respecto y
sus conclusiones pueden servir, en el caso de rechazar la aplicación
total del canon, para que nuevas empresas y particulares se nieguen a
pagarlo.
Artículo extraido de la Fayerwayer
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