Siempre que voy a una empresa o una organización a dar un seminario
me encuentro con un problema similar: “Trabajar en esta oficina es un
problema, no hay quien se concentre. Pasan las horas y no saco el
trabajo adelante. Me falta tiempo”.
Si lo piensas en frío 8 horas (que en teoría es lo que trabajamos) es
una barbaridad de tiempo. Si pusiéramos sobre la mesa todo ese tiempo
veríamos que hay de sobra para hacer nuestras tareas. Y mucho más. Así
que, ¿dónde fallamos? Interrupciones, distracciones, mala utilización de
los tiempos de trabajo, reuniones improductivas, malos hábitos
digitales, pérdidas de tiempo online… La lista crece y crece.
El problema es que nos hemos hecho creer que toda la culpa la tiene
nuestra oficina o nuestros compañeros. Nosotros poco o nada podemos
hacer para mejorar nuestro rendimiento. Pues no, hay montones de gestos,
trucos y técnicas que puedes poner en marcha para mejorar tu trabajo en
la oficina (la mayoría valen para cualquier ocasión).
#1 No leas el Email a primera hora
Retrasa ese gesto 45 minutos y reserva ese privilegiado momento para concentrarte, hacer y terminar una de las dos o tres grandes tareas de tu día. Una tarea Clave.
#1 No leas el Email a primera hora
Retrasa ese gesto 45 minutos y reserva ese privilegiado momento para concentrarte, hacer y terminar una de las dos o tres grandes tareas de tu día. Una tarea Clave.